Cuando hablamos de marketing no son pocas las personas que tienen en mente algo no excesivamente positivo y cercano a lo que pudiéramos llamar finamente convencerte de que tienes que comprar algo que no quieres o que realmente no necesitas.
La realidad es bien otra, y si el marketing debe caracterizarse por algo es precisamente por lo contrario.
Cuando hablamos de marketing no hablamos de generar necesidades, sino de descubrirlas y satisfacerlas. Así, gracias a los conocidos precio, promoción, distribución y producto estará en nuestras manos el controlar gran parte del proceso mediante el cual demandante y oferente se ponen en contacto para cerrar una transacción comercial.
Por qué el márketing ha de aplicarse a la empresa
Una empresa que no conoce su macroentorno, su microentorno y elementos tan importantes como qué quiere vender a quién y a qué precio tiene un problema.
El marketing ayuda a conocer todos los pasos que han de darse en un sistema que quiera generar beneficios y nos permite evaluar la eficiencia de nuestras transacciones, de nuestro sistema productivo o de nuestros gastos. Una empresa ha de controlar sus inversiones y por ello saber muy bien qué hacer con su presupuesto.
Gracias al marketing podremos predecir si un producto va a tener aceptación o no, en qué grado, en qué territorios y sobre qué perfiles dentro del mercado.
El marketing es, en definitiva, algo a lo que ninguna empresa seria debe renunciar, un arma potente que ayuda a todos: productores y consumidores a lograr relaciones duraderas que generen valor positivo para todos.
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